Las centralitas virtuales o PBX son un servicio de telefonía en la nube que se vale de la tecnología IP. Estos servicios son proporcionados por empresas proveedoras como Pippol y nos dan la oportunidad de convertir nuestra empresa en un verdadero call center sin tener que hacer una gran inversión.
Gracias a este tipo de tecnología podemos unificar todas nuestras líneas de teléfono, aunque estén separadas geográficamente. Además, nos permite también añadir otro tipo de servicios como es el acceso a Internet, el correo electrónico, la atención al cliente a través de redes sociales, etc.
Así, la flexibilidad y la adaptación a las necesidades de cada compañía son las principales características de las centralitas virtuales. A lo que se suman los numerosos beneficios que llevan consigo.
Reducción de costes
A la hora de poner en marcha una centralita en nuestra empresa, una centralita virtual tendrá siempre un menor coste. A diferencia de las físicas, que requieren de un gran gasto inicial para su instalación, las virtuales resultan mucho más económicas. La razón de ello se encuentra en que el servicio virtual hace que no necesitemos contar con grandes equipos. Estos últimos estarán en las instalaciones del proveedor y podremos conectarnos a ellos a distancia.
Además, también suponen un ahorro en el mantenimiento, pues el servicio es revisado de manera continua por parte del operador. Este es un servicio que se incluye habitualmente dentro de las cuotas mensuales, sin tener que hacer gastos extras.
Mayor movilidad y flexibilidad geográfica
En el caso de contar con sedes en diferentes regiones o países, la centralita virtual permite unificar todas las comunicaciones. Para ello no será necesario instalar una centralita en cada una de sus delegaciones, sino que bastará con abrir líneas en estas. Además, los trabajadores podrán seguir haciendo sus labores desde cualquier lugar del mundo, pues si están fuera del país, pueden seguir conectados con teléfonos móviles IP.
A todo ello se une la posibilidad de hacerse con números locales en los lugares en los que nuestro negocio no se encuentra físicamente, creando así una oficina virtual con la que dar a nuestros clientes una mayor sensación de cercanía.
Mayor número de prestaciones
Las centralitas PBX ofrecen un sinfín de posibilidades al trabajar con tecnología conectada a Internet. A las llamadas de teléfono tradicionales se suman otros servicios como son el correo electrónico, la vídeo-llamada, el chat y las redes sociales. Nuevas formas de comunicación que se han convertido en habituales en nuestros días y que no debemos ignorar en nuestros negocios.
También, si nuestra empresa crece, es muy sencillo ampliar nuestras prestaciones. Añadir nuevas sedes o líneas no supone tener que poner ningún tipo de instalación, pues todo va a una sede central a la que se conectan el resto de manera virtual.
Posibilidad de personalización
Las centralitas virtuales pueden también personalizarse. Estas disponen de una gran variedad de funciones, entre las que es posible elegir aquellas que mejor respondan a nuestras necesidades o a la imagen que queramos dar de nuestra empresa. Para ello, podemos elegir entre diferentes calidades de sonidos, melodías para los tiempos de espera, operadores automáticos, grabación de llamadas, colas de clientes, etc.
Actualización continua
Las centralitas virtuales, al depender de unas instalaciones centrales del proveedor, están siempre en proceso de actualización, por lo que difícilmente se quedan obsoletas. Las plataformas son revisadas y actualizadas constantemente, ofreciendo nuevas prestaciones y mejor servicio siempre. Estas actualizaciones nos llegan de manera automática y suelen estar incluidas en la cuota que pagamos por el servicio, por lo que no es necesario hacer ningún tipo de inversión para renovar o modernizar nuestra centralita.