El inicio de la cuarentena hace más de un año, fue uno de los eventos que ninguna empresa se esperaba. La mayoría de negocios se vio en la obligación de buscar alternativas modernas para trabajar desde casa, al notar que los medios tradicionales ya no eran tan efectivos y constituían un gran problema para el trabajo en equipo y comunicación constante. Entre todas las alternativas y herramientas probadas, el escritorio remoto es uno de los más efectivos.
1. Escalabilidad para tu empresa
Las soluciones tecnológicas han pasado de ser una opción a una necesidad. En el caso de las empresas, están son sumamente importantes para aquellas que desean adoptar un modelo de negocios más escalable. Con un escritorio remoto esto se vuelve alcanzable. Es debido a que el ritmo de trabajo se vuelve más fluido y organizado, y no tendrás que invertir grandes cantidades en infraestructuras, empleados y nuevos sistemas.
2. Un escritorio remoto se puede acceder desde cualquier sitio
Uno de los grandes problemas de las empresas es la accesibilidad de datos y documentos. El tenerlos guardados en un cajón específico a veces puede interferir con el flujo de trabajo, sobre todo cuando uno no se encuentra en las instalaciones y está trabajando desde casa. Un escritorio remoto se hace cargo de esto. ¿Cómo? Ofrece una base de datos centralizada a la cual todos aquellos con una clave y contraseña pueden acceder de forma sencilla.
3. Seguridad para los datos de tu empresa
Ahora, que todos puedan acceder a los datos no significa que estos estén expuestos a terceros o que los documentos de un alto grado de confidencialidad estén expuestos. De hecho, un escritorio remoto ofrece configuraciones de seguridad avanzadas que te permiten establecer quienes pueden acceder a que información, a través de un sistema de permisos. Adicionalmente, también puedes controlar cómo funcionan las aplicaciones dentro del mismo.
4. Un escritorio remoto ofrece mejores resultados de productividad
Cuando se toman soluciones de IA en una empresa, es totalmente garantizado que la productividad de los empleados aumente. Gracias a ello, se ofrecen nuevos métodos, más efectivos y rápidos, para alcanzar objetivos y completar las tareas diarias laborales. Un escritorio remoto provee estas alternativas, al ofrecerle a tus empleados acceso rápido, sencillo y optimizado al área de trabajo. Y todo desde la comodidad del hogar y cualquier dispositivo.
5. Un escritorio remoto se puede personalizar fácilmente
Una de las desventajas de los métodos de trabajo tradicionales es que el usuario debe adaptarse a ellos, ocasionando problemas de optimización e incomodidad en el área laboral. En cambio, un escritorio laboral es todo lo contrario. Este se configura y se optimiza de acuerdo a las necesidades específicas de quien lo adquiere. Además, también se puede arreglar para que se adapte a las actividades de la empresa y del empleado particular.
6. Permite la expansión de tu empresa
Si adoptas un escritorio remoto como una de tus principales herramientas de trabajo, verás muchas nuevas oportunidades desplegarse ante ti. Nos referimos principalmente a que ahora será más sencillo abrir nuevas sedes y oficinas para tu empresa. Es decir, estas se pueden controlar remotamente y sin necesidad de expandir de forma exagerada a tu equipo de trabajo ya existente.
7. Un escritorio remoto no requiere de mantenimiento
Mantener las instalaciones y mueblería de las oficinas de una empresa puede llevarse mucho dinero de los ingresos anuales. Un escritorio remoto evita esto. Además, esta herramienta en sí no requiere de gastos de manutención, puesto que tu proveedor suele encargarse de las actualizaciones y del software. Gracias a ello, podrás invertir en otros procesos y desarrollar la productividad de tu empresa.
8. Rapidez
Son muy pocas las herramientas empresariales que ofrecen rapidez de accesibilidad y uso. Un escritorio remoto se puede desplegar en menos de 5 minutos, y el único requisito para utilizarlo es tener una conexión a internet o datos. Además de eso, en este podrás encontrar todas las herramientas a las que estás habituado en tu ambiente de trabajo, haciendo que todo fluya con rapidez sin importar el lugar en donde te encuentres.