En un mundo en el que todo se encuentra interconectado, las empresas necesitan de estrategias que les faciliten el trabajo y que les permitan alcanzar el mayor rendimiento con la menor inversión económica y de tiempo. En este sentido, el servicio de Cloud Computing permite usar libremente los recursos para la creación de servidores virtuales, pero sin la necesidad de contar con infraestructura propia. Todo ello con una interfaz fácil de usar y que permite publicar servidores en cuestión de minutos.
Desde Pippol abogamos por una consola de gestión del CPD Virtual capaz de controlar todos los recursos contratados de un modo ágil y simplificado, ajustando los tamaños a cada necesidad de trabajo. De este modo, se podrán integrar soluciones híbridas sin costes añadidos, es decir, fusionar el CPD de nuestra empresa y las instalaciones On Premise con los standard IPSec.
Con el servicio CPD Virtual de Pippol se fomenta la creación de máquinas virtuales a medida, la gestión libre de los puertos, la gestión integral del CPD y el firewall, la gestión de plantillas del sistema operativo y la configuración de los servicios DHCP, NAT o Routing. Todo ello mediante un servicio flexible, seguro y en el que pagamos en función del uso que realizamos.
Las empresas necesitan constantemente comprar servidores físicos y otras infraestructuras en procesos laboriosos que se pueden prolongar durante meses. Todos esos sistemas adquiridos precisan de un espacio físico, una sala especializada que ofrezca potencia y refrigeración, así como expertos que la gestionen. Al final las empresas pueden enfrentarse a una adquisición de excesivos recursos de computación, más de los que necesitan, por lo que el cloud computing surge para ofrecer recursos como servicios escalables y siempre bajo demanda.
Hay que tener en cuenta que el cloud computing puede presentarse mediante tres modelos de servicio: infraestructura como servicio de computación y almacenamiento, plataforma como servicio en un entorno de desarrollo y despliegue para aplicaciones en la nube y software como servicio. Lo ideal será recurrir a la creación de nuestro propio cloud computing personalizado, en lugar de apostar por los de Google, logrando así una mayor eficiencia y productividad.
De este modo, al utilizar el cloud computing estaremos apostando una red, normalmente Internet, que permitirá conectar a los usuarios a una plataforma en la nube donde solicitan y acceden a servicios informáticos alquilados, pudiéndose intercambiar los datos entre los dispositivos y servidores, pero siempre salvaguardando la seguridad de dicha información. Así mismo, hay que tener en cuenta que hay numerosos tipos de estrategia cloud computing, de tal modo que la que sirve para una empresa puede que no sirviese para otra, por lo que la solución será adaptarse a las continuas variaciones del mercado.
Modelos de despliegue de cloud computing
En este sentido, podremos diferenciar las nubes públicas, que son las encargadas de ejecutar proveedores de servicios en la nube externos. Ofrecen recursos de computación y almacenamiento, así como de red por Internet, solo accediendo a recursos bajo demanda. De igual modo, las nubes privadas son las encargadas de crear y gestionar la información de una única empresa ‘on-premise’, lo que garantiza mayor control y seguridad y permite a los usuarios internos beneficiarse de recursos de computación, almacenamiento y redes.
Otra alternativa serían las nubes híbridas, que combinan los dos modelos anteriores y donde las empresas aprovechan los servicios de nuble pública y mantienen las funciones de cumplimiento y seguridad en arquitecturas de nube privada.
Sus ventajas
Flexibilidad
Con la arquitectura cloud computing, las empresas y usuarios pueden acceder a los servicios en la nube desde cualquier punto con conexión a Internet, reduciendo los servicios verticalmente.
Eficacia
Las empresas lograrán desarrollar nuevas aplicaciones e incorporarlas a la fase de producción rápidamente, sin preocuparse de la infraestructura subyacente.
Valor estratégico
Los proveedores de servicios en la nube se mantienen al tanto de las últimas innovaciones, de tal modo que las empresas podrán conseguir más ventajas competitivas y un mayor retorno de inversión que si hubiesen invertido en tecnologías obsoletas.
Seguridad
Los riesgos de que las empresas apuesten por el cloud computing son realmente bajos, siendo su sistema de seguridad más férreo que el de los centros de datos de las empresas debido a la profundidad y amplitud de los mecanismos. Además lo integran expertos en la materia.
Rentabilidad
Como hemos dicho con anterioridad, el servicio de cloud computing garantiza que las empresas solo paguen por los recursos de computación que utilizan, sin necesidad de sobrecargar la capacidad de los centros de datos para gestionar picos inesperados.
En Pippol confiamos en el cloud computing como la herramienta del presente y del futuro. Su escalado de infraestructuras garantiza que las empresas puedan adaptarse a las fluctuaciones de computación, recuperándose tras los fallos mediante la creación de copias de seguridad. De igual modo, ayudará a los centros de datos sobrecargados al almacenado de grandes volúmenes de datos, haciéndolos más accesibles. Por otra parte, no solo garantiza que los desarrolladores empresariales puedan tener acceso a plataformas para crear aplicaciones y reducir los tiempos de lanzamiento, sino además agilizar los procesos de investigación para obtener información valiosa; Big Data. ¿Necesitas un servicio de cloud computing 100% personalizado? ¡Te estamos esperando!