Los Centros de Procesamiento de Datos son algo muy importante para cualquier empresa. A partir de aquí podremos gestionar toda la información de la que dispone nuestra compañía y cualquier trabajador con acceso puede hacer uso de ella para mejorar su productividad.
Pero el almacenamiento físico se ha vuelto complicado e incluso costoso en los últimos años, por lo que muchos negocios apuestan por una CPD virtual para no tener que invertir en hardware ni estar pendiente de su mantenimiento. Hoy vamos a analizar qué es exactamente uno de estos data center y qué ventajas tiene sobre el tradicional.
¿Qué es una CPD virtual?
Una CPD virtual nos permite simular el trabajo y los procedimientos de un centro de procesamiento de datos a través de un entorno completamente digital. Se trata de una emulación virtual que no necesita estar vinculada a ningún servidor ni equipo físico en nuestra oficina.
Esto, además de lo que hemos comentado anteriormente, nos permitirá utilizar toda la potencia de las nuevas tecnologías de cloud computing, por lo que podremos alojar nuestro CPD virtual en la nube y poder acceder desde cualquier lugar en cualquier momento.
Ya comentábamos anteriormente en nuestro blog la importancia de los cloud backups para las empresas, por lo que con este sistema será todavía más fácil llevar a cabo estas copias de seguridad tan necesarias para cualquier negocio. Es un proceso sencillo pero imprescindible para mantener toda la información importante resguardada.
Migrar los datos más relevantes a la nube nos dará un extra de seguridad, además de la facilidad de acceso por todos los empleados autorizados y desde cualquier lugar. Por ejemplo, las configuraciones que ofrecemos en Pippol se pueden adaptar prácticamente a cualquier situación empresarial.
Ventajas de una CPD virtual
Contar con una CPD virtual que se aloja en la nube será muy útil para la mayoría de PYMEs y autónomos, que no tienen un espacio dedicado al almacenamiento de datos. Encontraremos muchas ventajas frente al uso habitual del servidor físico, y pasamos a detallar algunas de las más importantes a continuación.
- Copias de seguridad: Ya que nos encontramos ante un entorno virtual, la facilidad para realizar copias de seguridad es máxima. Tendremos la posibilidad de reproducir el sistema para restaurarlo en cualquier momento simplemente contactando con el proveedor.
- Duplicación y creación de plantillas: Siguiendo con el mismo patrón del punto anterior, podremos clonar nuestra CPD para lo que fuese necesario o utilizar su estructura para crear una plantilla. Así tendremos la capacidad de replicarla y aplicarla a otros procesos.
- Menor gasto: Como ya comentábamos al inicio, no será necesario contar con un espacio físico para la CPD ni hardware que la mantenga en funcionamiento. Esto, además, es un gasto importante tanto en consumo eléctrico como en mantenimiento que nos ahorraremos.
- Escalabilidad: Al no estar limitado por el espacio físico y un equipo que puede quedarse obsoleto, las posibilidades de escalar los recursos o las CPD virtuales son infinitas. Podremos tener activas tantas como nos permita nuestro contrato con el distribuidor.
- Mantenimiento por parte del proveedor: Y precisamente será el distribuidor quien se encargue del mantenimiento necesario para conservar activa esta tecnología a máximo rendimiento. Conseguiremos reduciendo aún más nuestro gasto fijo y tendremos a especialistas a quienes realizar cualquier consulta.
Si necesitas una CPD virtual puedes contactar con nosotros y te asesoraremos en todo lo necesario para comenzar este proceso. Desde hace años, ofrecemos servicios en la nube para profesionales de todos los sectores y queremos sentirnos parte de tu proyecto para crecer juntos.