El Cloud Computing es una de las grandes tendencias tecnológicas de los últimos años. Sin embargo, se trata de un término acuñado en 1996, hace nada más y nada menos que 20 años, por los ejecutivos de Compaq. Ellos vieron el futuro: por qué no utilizar la capacidad que puede darnos una red externa con las múltiples ventajas que ofrece la nube.
Los softwares y los sistemas informáticos están cada vez más desarrollados, y consecuentemente necesitan de equipos con una mayor capacidad. Esto lleva a una aceleración de la obsolescencia tecnológica, lo que para las empresas supone un mayor gasto en su infraestructura informática, añadido al coste de comprar licencias para adquirir los servicios que brindan determinados programas.
Se hace necesario estudiar el impacto de la nube para la empresa junto al contexto del comercio electrónico. Con el auge del e-commerce, cuyos números crecen año tras año, y ante la falta de capacidad del mercado laboral, muchas personas se han lanzado al emprendimiento bajo la fórmula de las start up, empresas de nuevas creación ligadas normalmente a la tecnología.
Tanto para negocios con un componente digital más nativo como para empresas tradicionales que quieran expandir sus ventas a Internet, el Cloud Computing representa una gran oportunidad para impulsar su crecimiento.
El Cloud Computing es una solución especialmente interesante para las PYMES, ya que gracias a esta innovación tecnológica pueden acceder a las mismas herramientas que las grandes corporaciones, algo impensable hace unos años.
¿Cómo funciona la nube?
El Cloud Computing es un servicio ofertado por proveedores a través de los cuales las empresas pueden acceder a herramientas e infraestructuras pagando por su uso, en vez de por una costosa licencia. Además, ofrece una gran elasticidad, ya que se puede acceder a sus servicios desde cualquier parte del mundo, solo con una conexión a Internet.
Esto hace que las empresas puedan centrarse en el crecimiento de sus negocios, convirtiendo la inversión tecnológica en el pago de un servicio, como puede serlo cualquier otro (instalaciones, suministros…).
Cloud Computing: privado o público
Una de las mayores preocupaciones de las empresas es la seguridad. En la era de Internet el acecho de los hackers y robo de datos es uno de los mayores problemas que enfrentan las compañías. Por ello, a pesar de las múltiples ventajas que ofrece el Cloud Computing, la seguridad y privacidad es una de las reticencias que frenan a las organizaciones a utilizar este tipo de servicios.
Al igual que los hostings, la nube puede ser pública o privada; por un lado, se puede disponer de un proveedor online de servicios a los que se accede a través de Internet pagado por uso; la nube privada oferta un servidor privado para un uso exclusivo. Las empresas eligen una u otra, dependiendo de sus necesidades (que el gran volumen de datos requiera un servidor exclusivo, que manejen información muy sensible…), pero parece que la mejor opción pasa por un modelo híbrido: emplear servicios de Cloud Computing tanto en modo de pago por uso en un servidor compartido, a la par que un almacenamiento exclusivo.
Pippol, una solución cloud española
Pippol, una nueva operadora española de telefonía IP, telefonía móvil y servicios de Cloud Computing, representa una gran opción para las PYMES que quieran ahorrar en sus comunicaciones. Nace para cubrir una necesidad del mercado al conocerse que únicamente el 20% de las PYMES usan comunicaciones basadas en Voz IP; un dato que sorprende, al contar con los recursos necesarios para desarrollarlas (conexión a Internet y redes internas), y que supondría un importante ahorro en comunicaciones.
Pippol, con sede en Barcelona, está especializada en servicios de voz IP y centralita virtual. Además ofrece otros servicios de Cloud Computing, como videoconferencias y copias de seguridad.